Me han enseñado
varias cosas que aun me son difíciles de aplicar, entonces, en estos días que me
he dedicado solo a engordar, leer y estar en la penumbra, he intentado ver si
las aplico, y ver si al menos de a poco voy matando ese ser mío que puede
llegar a ser por demás maravilloso, pero siempre molesto, estúpido y
despreciable por sus actitudes tan
dóciles, entregadas y sinceras, por que ... lo mismo que me puede hacer ver
encantador, es por lo mismo que me hace ver después ridículo y banal.
Entonces, trabajar en eso es algo a lo que me obliga la
circunstancia y que debo admitir con sus
consecuencias incluidas, pero en el fondo son las mismas... que si sigo siendo
el mismo. Hay decesos que son inevitables...
todos los caminos siempre conducen a ese
destino que no se por qué inconscientemente uno mismo se labra. Solo se debe tomar el mejor sendero, para cuando se llegue a ese punto álgido de no regreso,
no caer en mas miedos o peor aun en la desesperación, porque la soledad tiene
esa característica que le da ventaja incluso por encima del amor, tiene más
paciencia que todo en el mundo.
He también de admitir que la perdida y el fracaso han sido más
que evidentes, que mis sentidos han recibido no más que un mar de espejismos,
frases que fueron solo palabras, por que no tenían consecuencia con un
sentimiento...eso no es un problema supongo, el problema es creer en ello, como
aquellos que son rebaños sin voluntad de los poderosos bastiones de la mentira
clerical. Hoy se que esa cara angelical es solo un puñado de tremendas falacias,
en sus actos y en sus menciones, da igual ya nada...en absoluto, nada queda de
mi.
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