En el día la luz muestra nuestras figuras de modo tangible,
pero en la noche todo se vuelve intrínseco.
Solo los ojos de los impíos pueden ver los demonios que la
luz no deja dilucidar
Formas que rodean esos cuerpos se muestran como no pueden
hacerlo en la cotidianidad
Algunos somos abominables, otros tienen un manto de alegría y
hasta inocencia
Pero todos buscan esa libertad que la noche permite.
Tu...la noche eterna
Otrora usábamos su manto para mostrar lo mejor de cada uno
Daba mi luz para unirla a la tuya y hacer de nuestros
encuentros un faro
Éramos la inversa de todo, buscábamos la noche para ocultar
las tinieblas de nuestros días.
El monstruo llego, nos dejamos fundir
Luego, ni la misma noche resistió la vileza que emanábamos
Lo peor, seguimos alimentándonos de esa carroña, tuvimos el cinismo
de disfrutarla a momentos
Todo nos lo cobro el tiempo.
Ahora es tiempo de volver a la noche, a sus formas, a recorrer
nuestras huellas
A ver en cada sitio
que recorrimos las sombras de la estela que dejamos
Y que el vino te toque por mí en mi eterna lejanía, se que tus labios lo buscan también recordando nuestras sombras.
Y que el vino te toque por mí en mi eterna lejanía, se que tus labios lo buscan también recordando nuestras sombras.
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